El cuerpo en cuestión; la tensión cuerpo-vida en los modos de subjetivación singulares y políticos en la filosofía contemporánea

VI Jornadas: Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea 2015

El cuerpo en cuestión; la tensión cuerpo-vida en los modos de subjetivación singulares y políticos en la filosofía contemporánea

Silvana Vignale (CONICET / Universidad del Aconcagua / Universidad Nacional de Cuyo)

Mail: silvanavignale@hotmail.com 

Eje: Nuevas formas de gubernamentalidad y procesos de subjetivación

Resumen:

El problema de la vida se inscribe y despliega en la filosofía contemporánea de diversas maneras. Quizás, la más paradigmática de ellas, es la recepción en nuestro presente de los trabajos de Michel Foucault acerca de las relaciones entre el poder y la vida, y desde la cual se desarrolla una labor dirigida hacia estudios en biopolítica, pero también a debates en torno a la animalidad y a la pregunta por la vida en común, a partir de autores contemporáneos como Giorgio Agamben, Jacques Derrida, Roberto Esposito, Toni Negri, Jacques Rancière, entre otros. Con el objetivo de contribuir a una historia del presente, tarea señalada por Foucault, nos preguntamos ¿cómo se inscribe el problema de la vida en el marco de una ontología del presente? Una posible manera de responder a esta interrogación es considerar el problema desde al menos dos tópicos metodológicos: en primer lugar desde una dimensión arqueológica, en cuanto se evidencia un agotamiento de las categorías modernas relativas al sujeto. En este marco, la noción de vida se inscribe en un horizonte filosófico-político, que alimenta por un lado interrogaciones relativas a la individuación subjetiva y singular, y por otro, indagaciones en torno a la individuación de un sujeto político colectivo. En segundo lugar, mediante una dimensión genealógico-crítica: es la interrogación por los efectos de verdad y subjetivación a partir de los discursos contemporáneos sobre la vida.

Uno de los problemas que se presenta es el agotamiento de nociones de las que aún hoy nos servimos en relación a la subjetividad, y que desde la modernidad determinan el corpus léxico no sólo de las ciencias humanas y sociales, sino también de las ciencias jurídicas y las ciencias médicas. Nos referimos a nociones como las de “individuo”, “persona”, “identidad”, entre otras, que impiden un adecuado acercamiento a la pregunta por los modos de subjetivación. Ahora bien, si en la filosofía contemporánea puede constatarse un desplazamiento ontológico de la noción de “hombre” –y otras ya citadas– a la noción de “vida”(o el par bíos-zoé) ¿qué lugar ocupa el cuerpo en tal desplazamiento? En otros términos: los modos de subjetivación suponen procesos de desubjetivación y al mismo tiempo, una desontologización de “lo que es” a “lo que deviene”. Pero la noción de “cuerpo” parece no dejar de sustancializarse sino de una manera similar a la de persona, y en tal sentido, no escapa a cierta reificación y objetivación de sí mismo, reproduciendo un dualismo presente desde las primeras concepciones platónicas. 

Para seguir una tal inscripción del problema de la vida en la filosofía contemporánea, atendiendo a estos procesos y desplazamientos problemáticos en torno a los modos de subjetivación, en nuestro trabajo de investigación, que será expresado en esta comunicación, nos proponemos indagar sobre el lugar que ocupa la noción de “cuerpo”, o mejor dicho, la tensión entre las nociones de “cuerpo” y “vida” en la obra foucaulteana, en cuanto la vida es siempre un exceso de la individualidad somática del cuerpo. Sostenemos que es posible encontrar una inscripción, en la obra de Foucault, de una historia del cuerpo, que es paralela a una historia de la verdad, a una historia de la gubernamentalidad y a una historia de la subjetividad, y ello gracias a que el tratamiento de Foucault sobre el cuerpo no se reduce a la singularidad somática del individuo, objeto de la disciplina, sino que se amplía a la concepción de un cuerpo-población, objeto de regulación, pero también al cuerpo entendido como materia de una técnica de sí, es decir, desde una consideración ética.

Una tal historia no sólo nos permite problematizar una reificación del cuerpo (tanto singular como político), sino también inscribir el problema del cuerpo en la posibilidad de nuevas formas de vida, y contribuir con ello a aquellas dos tareas mencionadas. Una tarea arqueológica, en cuanto la vida se registra como un problema en los discursos filosóficos contemporáneos –y a partir del cual la tensión cuerpo-vida tiende a profundizar interrogantes relativos a la individuación singular y política (por ejemplo en cuanto puede trazarse una diferenciación entre “vida” y “cuerpo” que acaba poniendo en cuestión o al menos problematizando el territorio más o menos demarcado de la individualización del cuerpo)–. Y una tarea genealógico-crítica, en cuanto se trata de determinar la “producción” de cuerpos y de  prácticas de veridicción en una historia del cuerpo. Aunque también nos permite plantear el interrogante ¿qué cuerpos para qué modos de vida?  En tal caso, es relevante determinar la inscripción política del “hacer-vivir” de la biopolítica y las posibilidades de resistencia. En síntesis, inscribir la interrogación por el cuerpo en los problemas de la vida colabora con la realización de aquél diagnóstico o historia del presente, como tarea propia de la filosofía.